Bueno, como desde hace varios días... Sigo leyendo disparates en el Diario, todos provenientes de la boca del Señor Presidente de la República Oriental del Uruguay: Doctor Tabaré Vázquez.
Para comenzar quiero citar sabias palabras de Luis Gallo:
Vázquez no respetó al Parlamento ni a la sociedad uruguaya.
Señor Gallo, lo felicito de corazón, fue una de las contadas personas que se atrevieron a decir cosas COHERENTES, y frontales... en una situación que cada vez tira más y más de la soga. Y ojo, que cuando se corte la soga, ¡SE VA A CORTAR!
Cientos de mujeres protestando en Plaza Cagancha, se escucharon cánticos de reproche e inconformidad con la decisión de vetar la Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Señor Vázquez, me inclino a felicitarle... porque usted tiene agallas que pocos tendrían. Sí, felicitaciones, pocos tienen las agallas para ir contra una consensúo nacional de tal magnitud, y encima defenderlo justificando con argumentos ÉTICOS Y JURÍDICOS.
No hay razones para dramatizar esta situación (...) Si los derechos son la ética de la democracia, la vida de todos es el bien primero por el que deben velar los gobiernos.
Bueno, gracias a Dios que piensa así... Ahora miles de mujeres van a seguir teniendo problemas SERIOS de Salud en la clandestinidad y fuera del marco legal.
Sigo citando palabras del Doctor...
Hay consenso en que el aborto es un mal social que hay que evitar.
Por supuesto... miles de mujeres uruguayas mueren por año, realizando abortos clandestinos, y el Estado uruguayo sigue apoyando eso. Por supuesto, Dr. Vázquez que es un mal social, yo diría: una PESTE social.
En los países en que se ha liberalizado el aborto, éstos han aumentado. En los EE.UU. en los primeros diez años de triplicó, y la cifra se mantiene: la costumbre se instaló. Lo mismo sucedió en España.
Habría que rever detenidamente esas cifras, pero creo que lo que sucedió en esos países no fue que aumentó el número de abortos POR DEPORTE, sino que lo que ocurrió fue que cada vez más y más abortos CLANDESTINOS pasaron a ser VISIBLES.
La legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de vida humana en su etapa de gestación, tal como de manera evidente lo revela la ciencia. (...) Tanto es así que en los modernos sistemas jurídicos - incluido el nuestro- el ADN se ha transformado en la 'prueba reina' para determinar la identidad de las personas, independientemente de su edad, e incluso, en hipótesis de devastación, o sea, cuando prácticamente ya no queda nada del ser humano aún luego de mucho tiempo.
Ah sí, por supuesto... Ya recuerdo varios capítulos de CSI o The Law & Order. Donde detectives modelos investigaban casos especiales, y la estrella... ¿cual era? La aplicación del ADN para resolver casos que hace 20 años hubiesen sido imposibles de resolver. Ahora, más allá de eso, porque es obvio que todos sabemos lo que es el ADN y los alcances que puede llegar a tener. Cuando hablamos de: "Matar células humanas" (no mencionado explicitamente, pero dejado muy en claro). También hablamos del Alcohol que se le vende a la mayoría de los menores uruguayos en quioscos, donde también se venden caramelos y chicles, ¿no?. También hablamos de miles de adolescentes que están abatidos por el consumo adictivo de drogas, ¿no?. Bueno, si incluimos esos dos puntos (y muchísimos más), entonces, puede ser que sí, este de acuerdo con usted.
De acuerdo a la idiosincrasia de nuestro pueblo, es más adecuado buscar una solución basada en la solidaridad, que permita promocionar a la mujer y a su criatura, otorgándole la libertad de poder de optar por otras vías...
Si, por supuesto... Sin embargo, ofrecer "vías" significa ofrecerle la posibilidad de elegir si quiere tener su bebé, o no. No significa obligarle a tener su bebé, o... tener su bebé.
...y de esta forma, salvar a los dos.
O salvar a ninguno...
Finalizando,
No hay en este trámite nada anormal. Tampoco hay razones para dramatizar esta situación, a no ser que se tenga una visión devaluada o tremendista de la democracia.
No, por supuesto que no. No hay nada anormal, excepto que se ignora el consensúo del 58% de la población nacional y (literalmente) se le da la espalda a la mayoría parlamentaria y social. Y no, nadie tiene una visión devaluada de la Constitución, excepto aquel que no la respeta...
Por último, tampoco nadie debería tener una visión tremendista de la Constitución, porque esta le garantiza la democracia y la igualdad a los ciudadanos, evitando, entre miles de cosas, que un Jefe de Estado tome decisiones de índole autoritario.
Para concluir, les cito las palabras que estaban escritas en una pancarta de la protesta (apreciadas en la foto de arriba, proveniente de El País Digital) inherente, y previsible al veto presidencial (y que obviamente yo comparto):
"Tabaré: a las mujeres de izquierda, tu veto nos da Vergüenza!!"
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