sábado, 3 de enero de 2009

Esperando la carroza

Pero ché! Que cagada que justo cuando yo me voy para Deutschland, Tespistados va a empezar con Esperando la Carroza, ¡con lo que me gusta! Jajajaj, y bueno... no podían ser todas buenas.



Matilde: ¡¡¡¡Mamá!!!!
Elvira: ¡¡¡¡¿Qué querés?!!!
Matilde: Cerra la canilla, ¡que me estoy bañando!
Elvira: La canilla esta cerrada.
Matilde: ¿Y ahora que hago? Estoy toda enjabonada... ¡¡¡MAMÁ!!!

Elvira: Ay, ¡otra vez cortaron el agua!
Sergio: Después querés que me bañe.
Matilde: ¡Mamá, ¿ahora que hago?!
Elvira: Por empezar, ¡deja de hinchar!... Ay, Doña Elisa no, no era por usted. Oigame, soy Elvira. ¡¿Qué pasa con el agua?!... Hice ravioles, ¡¡¿quiere tragedia mayor?!! Ah, usted también... ¡Que casualidad! Bueno mire, ¿me hace un favor? ... ¡no la tire! Quiero decir, usted hierve sus ravioles, y cuando estén listos me llama por teléfono y yo le mando a buscar el agua... ¡Ay gracias, es usted un amor!...
Yo hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace ravioles. ¡Que país!

Matilde: ¡Ay! Esta helada.
Elvira: Pero claro si acabo de sacarla de la heladera.
Matilde: Vos querés que me agarre una pulmonia.
Elvira: ¡Malagradecida! Secate y vestite querés. Que tenés que ir a comprar tres botellas de agua mineral.
Matilde: ¡Pero yo me acosté a las cuatro de la mañana!

Sergio: ¿Donde estuvo hasta esa hora?¿Los vecinos las vieron entrar?¿Quién la trajo para acá?¿Vos le diste permiso?
Elvira: ¿Qué querés que te conteste primero?
Matilde: ¡Estuve en un cabaret con doscientos marineros!
Sergio: Ché nenita, no te avives conmigo ¡eh! No, no te hagas la viva conmigo ¡eh! Un día de estos le voy a pegar un cachetazo que se va a acordar para toda la vida.
Elvira: ¡Ay, no doy más!
Sergio: ¿Por qué?
Elvira: Por nada, me rasqué toda la mañana... ¡¡¡¿Pero no sabés el trabajo que da una casa? !!!
Sergio: Mi vieja quedo viuda a los treinta y ocho años, y con cuatro hijos.
Elvira: Si, ¡ya conozco el tango!
Sergio: Trabajaba todo el día.
Elvira: Si, cocinaba, zurcía, tejia, lavaba para afuera y seguramente jodia... ¡y jamas se le oyó una queja!. Me lo contaste un millón de veces... Pero yo soy de carne, ¡y ella es de fierro!
Sergio: Pobre vieja, cuando pienso en todo lo que sufrió y en la poca felicidad que tuvo.
(Suena el timbre...)
Elvira: Si son ellos me pego un tiro.
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(Suena el teléfono y atiende Matilde)
Matilde: Hola. Ah, Doña Elisa. ¿Que dice? ¡Ah, un momento!... Mamá, ¡es la hincha pelotas de al lado!
Sergio: Ay, idiota. ¡Te va a oír!
Matilde: Dice que ya hierve los ravioles. Pero que se le pasó el agua y tiene demasiada harina.
Elvira: ¡Andá a buscarla igual y tené cuidado de no quemarte!
Matilde: ¡¿Siempre tengo que ir yo?!
Elvira: Lleva una agarradera. ¡Matilde, se va a quemar!
Sergio: ¡Qué se joda!
Elvira: ¡Já! Nos cortaron el agua esta mañana. Menos mal que la charlatana de al lado me imita en todo. Yo hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace ravioles. ¿Viste?... Que casualidad.
Sergio: ¡Elvira, el teléfono!
Elvira: ¡Ay! ¿Habrá oído? ¡Ay Dios, que no haya oído!... ¿Hola?... ¡Oyó!...¡que criatura estúpida!
Matilde: Mamá, dice Doña Elisa que nos vayamos todos a la mierda.
Elvira: ¡Minusválida mental! ¿Quién te enseño a dejar el teléfono descolgado?
Matilde: ¡Nadie! ¡Aprendí sola!
Elvira: ¡Ohhh!

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2 comentarios:

Unknown dijo...

minusvaliida mentaal

aii diioos amo esa pelicula


3 empanadas qe miseria!

agustina dijo...

hola aguante esperando la carroza pasate x my blog!

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